
Revista Killkana Sociales
Vol. 9, No. 2 | agosto 2025 | ISSN: 2528-8008. ISSN Elect.: 2588-087X
https://doi.org/10.26871/killkanasocial.v9i2.1627
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Dayton Francisco Farfán Pinoargote
compleja y contextual, adquiere diversos significados según la región, vinculada
a migración en Europa, pueblos indígenas y educación bilingüe en Latinoamérica.
(Sánchez, 2022: p. 35 – 46). “la interculturalidad surge al profundizar en el pro-
blema de la cultura. La noción matriz de cultura genera términos como culturas,
aculturación, inculturación, pluriculturalidad, multiculturalidad e interculturalidad,
evidenciando su interdependencia” (Higuera & Castillo, 2015, p. 4)
La interculturalidad en Ecuador resalta cómo la educación indígena y bilingüe
ha promovido un cambio hacia un Estado más inclusivo y diverso. “La intercul-
turalidad en Ecuador, antes de su incorporación como política de Estado en la
Constitución de 1998, y de su establecimiento como un Estado plurinacional e
intercultural, en la Constitución de 2008, tiene sus antecedentes históricos en dos
momentos, el primero con la educación indígena; y el segundo, con la educación
intercultural bilingüe” (Quichimbo, 2022: p.37).
Promoción de la interculturalidad por parte del estado
El movimiento indígena transformó la visión homogénea de la nación, impulsan-
do diversidad, inclusión y reivindicación de derechos colectivos. “La irrupción del
movimiento indígena representó un descentramiento de la visión homogénea y
unidireccional de la nación, lo que determinó significativas repercusiones en el
ámbito político, social y cultural” (Puente, 2005: p.11). Cuando aparece en la es-
cena nacional un movimiento indígena más organizado en la década de 1990 sus
acciones a través de exigencias en movilizaciones produjeron una reacción desde
la esfera del poder y de una sociedad mestiza, trajo consigo cambios estructurales
en el Ecuador que se vio reflejada en la Constituciones de 1998 y 2008.
Para Rodríguez (2018: p. 218 ) indica que: “En el caso concreto de Ecuador, si
bien el centro histórico de las reivindicaciones indígenas había sido el derecho
a la tierra y al territorio, a partir de la década de 1960 y especialmente durante la
de 1970, éstas pasaron a ser replanteadas en términos de la especificidad étnica
(Chiodi 1990; Bretón 2009). Dicho replanteamiento llevó a la Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) a incorporar la interculturalidad
en sus discursos y reivindicaciones, pero de manera íntimamente vinculada con
la educación y el bilingüismo, buscando la conservación de las lenguas y culturas
propias y el fin de las relaciones de dominación colonial”.
El tratamiento constitucional de la “cultura” destaca la responsabilidad estatal en
la defensa el patrimonio cultural, declarándolo deber primordial según el artículo
3. Se enfoca en fortalecer una “identidad nacional” vinculada a interese de grupos
de poder, especialmente a través de bienes y obras relevantes para la concepción
hegemónica. El estado, con instituciones y colaboración simbólica de la iglesia,
cumple estas tareas mediante el Directorio del Instituto Nacional de Patrimonio