Revista Killkana Sociales Vol. 6, No. 3, septiembre-diciembre, 2022
78 Rolando Aguinaga y col.
Entre las características emanadas del totalitarismo asociadas al liderazgo y
relacionadas con la expansión y la exclusión, se detallan los siguiente: presencia de un partido
único dirigido por un líder indiscutible, política exterior expansionista que promueve el terror
como estrategia de venganza hacia los que no están con la revolución, cuasi monopolio de
medios de comunicación social, control general de armas y centralización de la economía. En
el caso cubano, y sustentado de los análisis de autores como Arendt (1998); Mañalich (2014);
Friedrich & Brzezinski (1956); Aguerre (2018); Salvia (2003); Querido (2017) (2020); Cárdena
(2020) y Sandvik (2017), se observa la presencia de monismo partidista exhibido como
única opción del rumbo político. Es de destacar que, el partido tiene y obedece un carácter
revolucionario, una concepción integral de la política interna, monopolio del poder que en
teoría busca regeneración de un hombre nuevo y visionario algo que es considerado poco
realista e intersubjetivo.
Tales situaciones, permiten acotar que viendo lo contextual y la realidad cubana,
podría decirse que en el país caribeño no existe una dictadura, sino más bien un proceso
al mejor estilo de Marx y Lenin, que en líneas general hasta resulta ser más peligroso que
la misma dictadura. La diferencia entre una dictadura y totalitarismo, es que la primera es
considerada un lineamiento politiquero donde un líder actúa como dueño único del Estado
sin someterse al algún tipo de limitantes. En cambio, el segundo, busca controlar todos los
espacios generales que posee el hombre, es decir, apoderarse de sus mentes y espíritus para
poder manejarlos de manera arbitraria.
Así mismo y, como parte de estas subcategorías que en esta investigación forman
parte de la categoría fundamental denominada totalitarismo, se destacan dos propiedades
que forman parte de todo este sistema, como los son el monismo y el monopolio en general.
El monismo, engendrado en un Estado totalitario, se caracteriza por un solo partido quien
se erige como única opción para elegir las personas que rigen al país. Es como especie de
una ironía y cobardía por todos aquellos países enmarcados en esta gura. No es un secreto
que en Cuba existe este tipo de situación y a pesar de que existen sistema de votos, resulta
una discrepancia e irrealismo interno porque se escapa esa gura de libertad de elegir quien
pudiera llevar las riendas políticas del país.
Por su parte el monopolio, es la tenencia y control total de medios, armas, poder,
comercios y todo lo que concierne al movimiento productivo del país centralizando su
funcionamiento. En el caso cubano, son muchas las disrupciones y falta de equidad al respecto.
Es el gobierno cubano quien se encarga de decidir qué es lo que realmente puedes percibir y
donde trabajar. Esto vulnera categóricamente los derechos humanos de las personas, y que
dependen de las migajas que les ofrece el Estado para poder subsistir sin poder contar con un
futuro promisorio donde se puede crecer y desarrollar normalmente.
La forma de actuar la política en Cuba, lo cual se apoya mayoritariamente bajo
una gura inclinada al marxismo-leninismo, se integra a las profundidades fascistas que
acaricia poderes enmarcados en el nacionalsocialismo que, por lo general, lo que trae
consigo es desolación, muertes, injusticias, violación de derechos, desvaloración del ser y
desigualdad social. Las fórmulas represivas del totalitarismo cubano no permiten entre sus
las la disidencia política, ya que lo ven como una amenaza para consolidar su pensamiento
hegemónico dictatorial. Es así como gran parte de los ciudadanos cubanos mantienen una