Revista Killkana Sociales Vol. 7, No. 3, septiembre-diciembre, 2023
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La investigación científica como un indicador de calidad educativa universitaria
son las funciones sustantivas y que están organizadas en relación con su planicación,
ejecución y resultados alcanzados a través del tiempo por las instituciones (CACES, 2022;
De Aparicio et al., 2017).
Producción cientíca
De acuerdo con lo expresado por González (2017), Correa (2016) se dice que la
producción cientíca está considerada como la parte materializada del conocimiento
generado, dentro de ello también está contemplado las actividades cientícas (tutoría de
tesis, lectoría de proyectos) y cientícas (escritura de libros, artículos, ponencias, entre otros)
de un investigador. Esta producción también puede ser generada por un grupo de personas
que quieren dar a conocer información general o especíca de un tema de estudio (Correa et
al., 2016; González, 2017).
La producción cientíca se puede medir ordenando las publicaciones de los
investigadores por el número de citas recibidas, se dice que uno de los factores que impactan
o inuyen positivamente es el “número de proyectos de investigación realizados, participación
en grupos de investigación, cantidad de horas dedicadas a la investigación y años trabajados
en la universidad” (Correa et al., 2016).
En el Ecuador a partir del año 2008 las IES entraron en un proceso de evaluación y uno
de los indicadores correspondía a la producción cientíca que tienen los docentes, con ello
surgió el problema de que tanto docentes como estudiantes no tenían la experiencia adecuada
para realizar una producción escrita de carácter académico y cientíco (Araujo-Bilmonte et
al., 2020). También se puede evidenciar en la LOES un claro interés de que los docentes de
las IES realicen publicaciones en cuanto al nivel académico. “La LOES insiste en que todos los
profesores universitarios deben tener al menos una maestría y el 70% de ellos debe tener un
doctorado en universidades de investigación” (Castillo & Powell, 2019b, p. 11), esto les obliga a
generar conocimiento cientíco para seguir trabajando en instituciones cómo docentes.
Las publicaciones académicas y la docencia universitaria
La investigación aplicada se fundamenta, al decir de Lozada “en la generación de
conocimientos con aplicación directa a los problemas de la sociedad” (2014, p. 35); remite a
un saber hacer un proyecto para solucionar algún tema planteado. Diferentes autores arman
que la culminación de una investigación aplicada es cuando se publica en revistas cientícas
o libros, que podrán ser consultados por la comunidad académica o tomados como bases para
otras investigaciones (Caro et al., 2014; Lozada, 2014).
Para Barrón (2009) la docencia universitaria está ligada a un conjunto de competencias
que juegan un papel de gran importancia en la enseñanza teórico-práctico de las carreras, así
también el uso de las TIC, los emuladores y simuladores. Según Cadoche (2016) indica que
las competencias de docentes universitarios involucran un conjunto de métodos o técnicas
para el “diseño, planicación, organización, atención a emergentes, ejecución, evaluación y
ajuste de una “propuesta didáctica” intencional, articulada y coherente, inserta en contextos
inciertos y cambiantes” (Cadoche, 2016, p. 1139).
El docente universitario debe estar en constante actualización de sus conocimientos,
tomando en cuenta que enseña a estudiantes que aplicarán sus conocimientos de forma
profesional y en campos que cada día se modernizan. Un buen docente debe conocer a la
perfección los contenidos de sus asignaturas, tanto en la parte teórica como en la práctica,
tomando en cuenta que estos contenidos se propone enseñar a sus alumnos en un proceso
activo de enseñanza-aprendizaje (P. A. Martín, 2019).