Revista Killkana Sociales Vol. 6, No. 2, mayo-agosto, 2022
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El perfil del docente universitario en tiempos de pandemia: caso Carrera de Odontología
de la Universidad Católica de Cuenca, periodo octubre 2020 – febrero 2021
aprendizaje no se pausaron, pues se optó por el teletrabajo docente y se iniciaron planes para
una educación virtual, e-learning o en línea, para los estudiantes (Abreu, 2020).
Por lo tanto, la educación en línea se convirtió en una opción viable para continuar
enseñando y aprendiendo en el contexto de la crisis sanitaria, a través del uso y la
implementación de las TIC, por parte de estudiantes y docentes, lo que supuso disponer de
acceso a internet, dispositivos electrónicos, y una actitud comprometida y responsable que
permitiera generar un lazo entre la enseñanza, el aprendizaje y la tecnología (Pinos, 2020).
A partir de la pandemia, la modalidad virtual se ha convertido en una fuente principal
para la educación, que antes solamente se usaba como un apoyo para las clases presenciales.
Por esta razón es que se ha hallado deciencias al usar las TIC. Algunos no poseen un vasto
conocimiento sobre estrategias de enseñanza usadas en este tipo de modalidad; el uso de
herramientas digitales no era un hábito al momento de enseñar y aprender. Si comparáramos
los dos actores, conrmaríamos que para los docentes se ha vuelto un reto, debido a que la
mayor parte de ellos son migrantes digitales; en cambio, la mayor parte de los estudiantes,
debido al hecho de que no todos son migrantes digitales, tienen mayor conocimiento y
facilidad al usar las TIC (Ordóñez, 2020).
Varios estudios han demostrado que en Latinoamérica no toda la población tiene
acceso a internet ni posee dispositivos electrónicos, sobre todo, las personas que poseen
bajos recursos económicos. Por ello, durante este connamiento, algunos estudiantes no
pudieron participar de la formación académica, mientras que, los docentes debieron adquirir
y aprender herramientas tecnológicas para continuar con su labor. Algunos docentes eran
padres de familia y debieron adquirir tecnología para sus hos o compartir dichos recursos
con ellos; esta experiencia vivida fue causa de mayor preocupación. Cabe recalcar que las
instituciones educativas superiores no fueron la excepción, también tuvieron que afrontar
todos estos retos y cambios (Hernández, 2020).
En la actualidad, la mayoría de los jóvenes tienen inclinación por usar constantemente
dispositivos electrónicos, en especial para el ocio. Es evidente que los jóvenes son sensibles
a distractores digitales, si los usan mientras reciben clases es probable que afecten su
aprendizaje e intervengan en el rendimiento académico. No es la excepción al recibir
clases virtuales en casa; ellos pueden acceder con facilidad a estos distractores. Debido a
la pandemia, en las plataformas educativas, los docentes están subiendo mayor cantidad
de material didáctico, del cual los estudiantes tienen acceso libre, con la posibilidad de
repetir o visualizar las veces que fueran necesarias hasta mejorar su aprendizaje. Este no
era un benecio de las clases presenciales. Además, existen estudios que evidencian que
el aprendizaje también se adquiere en forma virtual y que se lo ha manejado desde mucho
tiempo atrás; por ende, la pandemia no fue un limitante para detener el proceso educativo.
Estos grandes cambios en la labor pedagógica motivan a los docentes a aprender
y manejar las TIC, y a mejorar y adquirir estrategias de enseñanza y actitudes para poder
obtener una enseñanza de calidad e innovación (Sánchez, 2020).
A los docentes se los conoce como hermeneutas o traductores de saberes, pero, no
deben solo enfocarse en la transmisión de conocimiento sino también en que los estudiantes
desarrollen habilidades, actitudes, valores, comportamientos, y en formar personas
responsables, críticas, participativas, debido a que nos encontramos en una sociedad