Revista Killkana Sociales Vol. 7, No 1, enero-abril, 2023
Chuchuca Serrano Jaime
derecho sea el medio de la satisfacción de las necesidades.10
3) El trabajador se enajena a sí mismo de su ser genérico, de sus facultades físicas y
espirituales. En la actividad extraña sus fuerzas genéricas, sociales: su cuerpo (naturaleza)
y su espíritu, la esencia humana como tal. Su propia naturaleza se convierte en ajena aunque
el mismo sea naturaleza. El ser humano no solo se enfrenta a la naturaleza, a la propia, sino
que la reproduce. El trabajo convierte la actividad vital del ser humano, el vivir mismo, en un
medio para su existencia (Marx, 1972, pp.111, 112). Al enajenarse de su vida genérica se priva
de su ventaja social respecto de los animales. El trabajo enajenado convierte las fuerzas
sociales físicas y espirituales de vida, en una forma de existencia únicamente individual.
4) La enajenación del trabajador respecto de otros trabajadores enajenados.
Obviamente esta cuarta determinación proviene de las anteriores. El trabajador enajenado
del producto de su trabajo, de su actividad vital y de su ser genérico, está también enajenado
respecto de otro humano que también está enajenado, pero así mismo de otro producto, de
otro trabajo (Marx, 1972, p.113). Los dos están enajenados de las fuerzas sociales humanas, pero
a su vez los trabajadores enajenados son una condición la existencia de la misma sociedad.
Para resumir el complicado proceso de enajenación de Marx diré que es el proceso
de desobjetivación y objetivación del ser humano a través del trabajo y otras modalidades.
La enajenación (Veräußerung) se amplía hacia la órbita de la circulación de las mercancías
y del capital, donde se cuenta al mismo ser humano como mercancía. Enumeremos,
además, por una parte, el proceso de enajenación política que sufre el ser humano en la
constitución misma de la sociedad burguesa y el Estado (Marx, 1972; Marx-Engels, 1973)11 y,
por otra, la enajenación religiosa, que con las diferentes religiones se simula la existencia
de dioses como hombres abstractos (en casi ninguna religión como mujeres) representados
por instituciones eclesiales mercantiles y que son consustanciales a los regímenes de
producción de mercancías. 12
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10 El Art. 144 del Código de Trabajo del Salvador (CTS) señala: “Todo trabajador, incluso el trabajador a
domicilio, tiene derecho a devengar un salario mínimo que cubra sucientemente las necesidades
normales de su hogar, en el orden material, moral y cultural, el cual se jará periódicamente”. (Asamblea
Legislativa, 1994). El salario se convierte en la retribución a futuro para la satisfacción de necesidades.
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El Contrato Social de Rousseau que ha sido tomado como ejemplo para las Constituciones modernas es más
que claro en la aplicación política de la enajenación: “haciendo cada cual la enajenación sin reservarse nada;
la unión es tan perfecta como puede serlo, sin que ningún socio pueda reclamar (…) “Cada uno de nosotros
pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; recibiendo
también a cada miembro como parte indivisible del todo. (…) Esta persona pública que de este modo es un
producto de la unión de todas las otras, tomaba antiguamente el nombre de Ciudad3, y ahora el de República
o de cuerpo político, al cual sus miembros llaman Estado cuando es pasivo, soberano cuando es activo,
y potencia comparándole con sus semejantes. Por lo que mira a los asociados, toman colectivamente el
nombre de pueblo y en particular se llaman ciudadanos, como partícipes de la autoridad soberana, y súbditos,
como sometidos a las leyes del Estado. Pero estas voces se confunden a menudo y se toma la una por la otra;
basta que sepamos distinguirlas cuando se usan en toda su precisión”. (Rousseau, 2010, págs. 19-22).
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La venta de las indulgencias fue el asunto central del texto de Lutero Cuestionamiento al poder y ecacia de
las indulgencias (1517), conocido como las 95 tesis y que da inicio a la Reforma Protestante, donde increpa a
la Iglesia Católica y al papa la mercantilización de las actividades religiosas. En la Tesis 84 Lutero escribe:
“¿Qué es esta nueva piedad de Dios y del Papa, según la cual conceden al impío y enemigo de Dios, por medio
del dinero, redimir un alma pía y amiga de Dios, y por qué no la redimen más bien, a causa de la necesidad,
por gratuita caridad hacia esa misma alma pía y amada? En la Tesis 86 Lutero señala: “¿Por qué el Papa, cuya
fortuna es hoy más abundante que la de los más opulentos ricos, no construye tan sólo una basílica de San
Pedro de su propio dinero, en lugar de hacerlo con el de los pobres creyentes?” (Lutero, 2020)