Revista Killkana Sociales Vol. 6, No. 1, enero-abril, 2022
41
¿Qué es interculturalidad? Reflexiones en el contexto ecuatoriano a partir de las voces y
visiones de los docentes.
Hasta aquí podemos ver que las diferentes conceptualizaciones se entienden bajo
parámetros étnicos y culturalistas. De hecho, la interculturalidad en el país ha caído en la
esencialización o folclorización de lo cultural (Waldmüller, 2017). “No basta con vestirse,
bailar o folcklorizar a la cultura” (E9). Esta situación es muy común en la sociedad, sobre todo,
en el día de la interculturalidad, los docentes suelen hacer programas alusivos a los trajes
típicos. No obstante, existen aportaciones que están relacionadas con la interculturalidad
crítica. “La interculturalidad no es un adjetivo, es una perspectiva holística que incluye a
los diferentes pueblos: los indígenas, a los mestizos, los montubios, los cholos, los afro
ecuatorianos, las subculturas urbanas, las preferencias sexuales” (E29), deberíamos abarcar
a todos, ¿será utópico?
Uno de los principales retos es que la interculturalidad no se dira solo a los pueblos
indígenas, sino abarque a la diversidad en su conjunto. A decir de Herrera et al. (2019), debe
integrar a pueblos, nacionalidades, poblaciones GLBTI, personas con discapacidad, miembros
de la tercera edad, adolescentes, hombres, mujeres, entre otras, en un marco de igualdad y
respeto. Es por esta razón que se vuelve un desafío que la sociedad entienda bajo este enfoque.
Las diferentes conceptualizaciones de los participantes giran en torno a tres
paradigmas antropológicos: diferencia, desigualdad y diversidad. Se plantea que “la
interculturalidad supone diversidad y diferencia, diálogo y contraste, que suponen a su vez
procesos de apertura, de indenición e incluso de contradicción” (Fornet-Betancourt, 2006,
p. 29). Con respecto a la diferencia, se relaciona con las políticas de identidad que se han
desarrollado (Dietz, 2017), dirigidas a minorías étnicas. En cuanto a la desigualdad y a las
inequidades sociales que generan asimetrías, se debe generar políticas compensatorias para
hacer igual, lo desigual (Dietz, 2017). Finalmente, se plantea la diversidad como el camino
hacia una praxis entre los actores con identidades diversas que se articulan individualmente
y colectivamente (Dietz, 2017). En este sentido, la diversidad no debe ser vista como un
problema, sino como una fuente de enriquecimiento mutuo.
También están presentes dos elementos claves en las deniciones como es la
identidad y la cultura. De hecho, la identidad es inseparable de la cultura, constituye un
elemento esencial de la vida social (Giménez, 2004); sin la identidad no existirá una sociedad.
El término cultura es utilizado como un mecanismo para categorizar al resto, como lo otro o
lo diferente, no obstante, no podemos decir que existen categorías relacionadas a una cultura
superior, es decir, que existe menos cultura o personas menos cultas.
4.2. La interculturalidad como derecho y política pública
Existen una serie de documentos legales que giran en torno a la interculturalidad y
sugiere directrices para su implementación. Los participantes hacen hincapié básicamente
en la Constitución del 2008 y la Ley Orgánica de Educación Intercultural -LOEI-. Los
participantes en su totalidad relacionan la interculturalidad con el artículo 1 de la Constitución:
“El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano,
independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico”. Si bien, no lo enuncian de manera
textual, identican los términos intercultural y plurinacional. “La Constitución señala que
el Ecuador es plurinacional e intercultural” (E3). “Nuestra carta magna señala que el país es
intercultural donde indígenas, shuar, achuar viven” (E5). “En la constitución con la declaratoria
de Estado intercultural y plurinacional” (E6).