1 Universidad Católica de Cuenca
* jepachecoq@ucacue.edu.ec
DOI: https://doi.org/10.26871/killkana_salud.v2i2.245
Objetivo: Determinar el índice de automedicación en los estudiantes universitarios de la carrera de Odontología de la Universidad Católica de Cuenca. Materiales y Métodos: Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo, de campo con análisis cuantitativo, se aplicó una encuesta 452 estudiantes de la carrera de Odontología, en donde se indago datos socioeconómicos, frecuencia de automedicación, razones para auto medicarse, tipos de medicamentos, y conocimientos sobre los peligros de esta práctica. Resultados: En este trabajo se encontró que la mayoría de estudiantes se automedican (84.3%), presentándose un mayor porcentaje en mujeres (86.74%) sobre varones (81.28%), además se puede señalar que los motivos principales, para que se de este fenómeno son las creencias por parte de los futuros profesionales de que no siempre es necesario acudir al médico con un porcentaje del 57%. Los medicamentos más utilizados fueron los analgésicos-antiinflamatorios (44%), antigripales (39%) y antibióticos (13%). La gran mayoría de los encuestados (86%) consideran que la automedicación es una práctica peligrosa, conociendo las complicaciones que esta causa. Conclusión: La frecuencia de automedicación en la población universitaria estudiada es alta, siendo en el sexo femenino más frecuente, los factores más influyentes para que se de este problema son el pensamiento de los estudiantes con respecto a visitar al médico cuando se presenta una patología, ya que no lo ven necesario.
Palabras clave: Automedicación, estudiantes de odontología, farmacoepidemiología, personal de odontología.
Objective: To determine the index of self-medication in the university students of the career of Dentistry of the Catholic University of Cuenca. Materials and Methods: A descriptive, retrospective, field study with quantitative analysis was carried out, a survey was applied to 452 students of the Dentistry career, where socioeconomic data, frequency of self-medication, reasons for self-medicating, types of medications, were investigated. and knowledge about the dangers of this practice. Results: In this work it was found that the majority of students self-medicate (84.3%), presenting a higher percentage in women (86.74%) over males (81.28%), in addition it can be pointed out that the main reasons for this phenomenon is the beliefs on the part of the future professionals that it is not always necessary to go to the doctor with a percentage of 57%. The most used medications were analgesics-anti-inflammatories (44%), anti-flu drugs (39%) and antibiotics (13%). The vast majority of respondents (86%) consider that self-medication is a dangerous practice, knowing the complications that this causes. Conclusion: The frequency of self-medication in the studied university population is high, being in the most frequent feminine sex, the most influential factors for this problem are the students' thinking about visiting the doctor when a pathology is presented, since they do not see it necessary.
Key words: Self-medication, dentistry students, pharmacoepidemiology, dental staff.
La automedicación proviene de los prefijos auto que significa propio y de medicación que hace referencia a la administración de medicamentos, en algunos conceptos estudiados sobre automedicación la Real Academia de la Lengua Española lo define como “Tomar un medicamento o seguir un tratamiento por iniciativa propia” y varios autores lo definen con exactitud como la adquisición de medicamentos sin fórmula médica en distintos lugares como puede ser: en una farmacia, un botiquín casero o medicamentos que ya se utilizaron en algún otro tratamiento, también que la automedicación es un fenómeno peligroso por los riesgos que conlleva tales como: altos índices de toxicidad, efectos inesperados o efectos colaterales relacionados a los mismos medicamentos y uno muy importante la resistencia medicamentosa[1,2,3]. Jara refiere que la incidencia de la automedicación está influenciada por factores socioeconómicos y culturales, pudiendo deberse a la falta de recursos económicos lo cual da como resultado un tratamiento inadecuado de la enfermedad tornándose complicaciones en el proceso; y el cultural se refiere a la repetición de distintas tradiciones de generación en generación en donde el acudir al médico y seguir un adecuado protocolo de tratamiento y curación no lo ven efectivo[4].
En el Ecuador existen estudios similares a este, en donde se presentan índices de automedicación elevados, por lo cual se ve la necesidad de continuar con estudios de farmacoepidemiología y llegar a un aporte para su disminución, ya que el fenómeno de la automedicación está cobrando vidas y deteriorando la calidad de vida en nuestro medio[5]. El objetivo de este estudio fue determinar el índice de automedicación en los estudiantes de la carrera de Odontología de la Universidad Católica de Cuenca, ya que como futuros profesionales de la salud deben tener una oportuna intervención para contribuir a la disminución de este fenómeno y lograr erradicarlo.
La automedicación es un problema de salud pública a nivel mundial. En la actualidad se ha observado un incremento de esta problemática en los países en vías de desarrollo, en gran parte, se debe al difícil acceso a los servicios de salud y a las demoras en la obtención de estos servicios[4,5].
A su vez la automedicación puede estar mediada por factores sociales, ya que en varias ocasiones el propio paciente se ve influenciado por consejos de familiares, amigos u otros medios informativos; de igual manera se puede relacionar a factores psicológicos como el miedo a conocer la enfermedad que padece, la tendencia a evitar la relación con el médico o el escepticismo sobre la eficacia del servicio de salud [6,7] . Uno de los efectos más frecuentes causados por autoadministración de medicamentos no prescritos por un médico son principalmente las reacciones adversas a los medicamentos, a estos se le puede sumar las diversas interacciones medicamentosas y la posibilidad de retraso en el diagnóstico de la enfermedad[7,8,9].
Uno de los grupos en los cuales se ha analizado que se realiza con mayor frecuencia la automedicación es en el personal de salud, destacándose en el equipo médico y paramédico, debido a que al conocer acerca de las diversas patologías y de la ciencia farmacológica, tienden a realizar esta práctica por decisión propia o por sugerencia de algún colega, sin detenerse a analizar a fondo la patología[10,11,12].
El constante aumento de esta problemática en los últimos años, induce a la necesidad de mejorar la información dirigida a los pacientes. La Organización Mundial de la Salud, revela que es esencial que la información se adecue según el nivel de instrucción de la población a tratar. Con la finalidad de lograr que la medicación se realice de forma racional, segura y eficaz, y así mejorar el cumplimento de los tratamientos médicos[13].
Es un estudio descriptivo, retrospectivo de campo con análisis cuantitativo. La investigación se realizó en la Universidad Católica de Cuenca, Cuenca - Azuay, en la carrera de Odontología, donde existe una población total de 1136 alumnos, el 45% corresponde a hombres y el 55% a mujeres encuestadas, la muestra obtenida fue de 452 estudiantes que representa el 100% de la muestra[14] quienes debían encontrarse matriculados y cursando un ciclo académico entre primero a décimo, quienes fueron elegidos al azar y debían participar de manera voluntaria. Se aplicó una encuesta estructurada anónima, en donde se mencionó el objetivo de la investigación, cabe indicar que cada participante firmó un consentimiento informado, previo al estudio.
El instrumento para recolectar datos fue el cuestionario, el mismo que permitió conocer diversos factores tales como frecuencia de automedicación, nivel de conocimiento por parte de los estudiantes sobre los efectos de la automedicación, situación económica asociada a este fenómeno y fármacos que se consumen reiteradamente.
La población total es de 1136 estudiantes. Con respecto al nivel socio económico de los estudiantes, se observa que el mayor porcentaje de encuestados corresponde a situación económica media siendo este el 89%, seguido a este el 9% de nivel bajo y el 2% restante a nivel alto.
La gráfica 1 muestra el tipo de servicio con el que cuenta o al cual acude con más frecuencia, el 38% acude al Ministerio de Salud Pública, el 32% poseen un seguro privado, el 23% no tiene un servicio de salud determinado y el 7% de los encuestados corresponde a otros servicios, el más común es una consulta médica ocasional.
Figura 1:Servicio de la salud más utilizado
Fuente:Formulario de recolección de datos
Es bastante alarmante el índice de automedicación que se encontró en los encuestados, el 84% se ha automedicado, del cual el 20% lo realiza habitualmente, el 69% rara vez, solo el 11% menciona que nunca lo ha hecho (Gráfico 2).
Figura 2:Índices de Automedicación
Fuente:Formulario de recolección de datos
La razón que predomina e influye en el estudiante para que lleve esta práctica de automedicarse es el creer que no siempre se necesita ir al médico, esto corresponde a un 57%, el 12% de los estudiantes no tienen los ingresos suficientes para acudir a una consulta privada, y el 31% restante corresponde a otros dentro de los cuales mencionan que conocen del tema (Gráfico 3).
Figura 3:Razones para automedicarse
Fuente:Formulario de recolección de datos
Los medicamentos más utilizados por la muestra han sido los analgésicos-antiinflamatorios con un 44%, seguidos de los antigripales y antibióticos con un 39% y 13% respectivamente, en mínimas cifras encontramos el uso de antiácidos del 1% y el porcentaje restante del 3 % que corresponde al uso de otros fármacos como: anticonceptivos, antihistamínicos y corticoides. (Gráfico 4). En la encuesta realizada hubieron preguntas con más de una respuesta de las cuales reflejan valores de fármacos combinados de la siguiente manera: analgésicos-antiinflamatorios-antigripales con un 10,15%, analgésicos/antiinflamatorios-antibióticos con un 13,2% y los analgésicos/antiinflamatorios-antiácidos con el 4%.
Figura 4:Tipo de medicamentos empleados
Fuente:Formulario de recolección de datos
El 31% de los encuestados refieren que consumen el medicamento cuando lo necesitan, el 29% por el tiempo que les sugieren, el 20% toma el medicamento hasta conseguir los efectos deseados, es decir, cuando los síntomas de la patología han cesado, el 12% lo hace una vez por día y el 8% corresponde a pacientes que no se automedican (Gráfico 5).
Figura 5:Tiempo de consumo
Fuente:Formulario de recolección de datos
El 89% de los estudiantes en estudio manifiestan que luego de haberse automedicado si obtuvieron la acción esperada y calmaron sus dolencias, pero el 11% de los mismos no lo consiguieron.
El 74% se informa de las características del fármaco previamente antes de coadquirirlo y el 24% no lo hace, con respecto al antecedente previo consumo del fármaco se tiene que el 45% lo consume por recomendación de familiares o amigos, el 31% por recomendación del farmacéutico, el 11% corresponde a otros dentro los cuales predomina el tener familiares médicos, un 10%, y 3% corresponde a publicidad por algún medio de comunicación. Un 70% de la muestra estudiada indica que al adquirir el medicamento sin prescripción médica recibe información del mismo.
El 59% de los estudiantes dejan de consumir el medicamento cuando desaparecen los síntomas, el 38% cuando el prospecto del medicamento lo indica y un 3% que corresponde a otros, entre los que mencionan terminar el consumo al no obtener el efecto deseado.
El 88% de los estudiantes no presentaron algún tipo de reacción adversa después del consumo de un medicamento sin prescripción médica, mientras que el 12% si presentaron reacciones adversas.
Así mismo los encuestados que conocían de los efectos adversos tras el consumo de un medicamento sin prescripción es de un 77% y el porcentaje restante desconocía de los efectos adversos. Se evidenció que el 84% de los estudiantes cuentan con medicación en sus hogares y el 16% de ellos no contaban con medicación en sus hogares
Un 86% de los encuestados consideran que la automedicación es una práctica peligrosa. Conociendo las complicaciones que produce la automedicación, el 14 % de la muestra indicó que la misma no es una práctica peligrosa.
Luego de haber realizado el análisis de los estudios sobre automedicación se puede confirmar que los niveles de esta práctica son muy altos en los estudiantes universitarios, el estudio presentó que el 84% de los participantes se automedican, existiendo una relación con lo investigado en La Plata - Argentina por Castronuovo donde se mostró que el 95% de la población se automedicaba [1], así mismo un estudio realizado en Colombia en estudiantes universitarios, obtuvo una prevalencia de automedicación del 79,3% [15]. En la ciudad un estudio realizado por Jara M., obtuvo una prevalencia de automedicación correspondiente al 69,8%, mientras que el 30,2% no lo hacía [4].
En relación al estrato socioeconómico el estudio reveló que el 89% de los encuestados pertenece al nivel medio, este grupo consumió principalmente analgésicos/antinflamatorios, quedando un 9% para la clase social baja, esto contrastado con la investigación de Jara M., en donde el estrato económico bajo fue predominante, considerando que este grupo presentó un mayor consumo de antimicrobianos y antidiarreicos que en el estrato alto, y en esté se consumió más las vitaminas, psicotrópicos, agente cardiovasculares y antiulcerosos [4].
Según la variable sexo se encontró que las mujeres se automedican más que los hombres con un 86,7% y 81,2% respectivamente, siendo una diferencia mínima, concordando con lo encontrado por Castronuovo en Argentina en donde el sexo femenino posee una mayor frecuencia automedicación con un 58%[1].
El 57% de la muestra afirmó que se automedicaban ya que consideraban que no siempre hay que ir al médico y un 12% por la falta de recursos económicos, difiriendo lo encontrado con López en Bogotá donde se señala que la principal causa para que los pacientes se automedican es por la falta de dinero con un 43,4 %[15].
Los medicamentos de mayor demanda son los analgésicos/antiinflamatorios y los antigripales con un 44% y 39% respectivamente, coincidiendo con el estudio de Castro en el 2012 en Ecuador, en el cual el uso de los analgésicos y antiinflamatorios llega a un 84,3 %[5], asociándose comúnmente a la gripe, patología muy frecuente en nuestro medio debido a los cambios constantes de temperatura.
A pesar de que el 84% de los estudiantes encuestados afirman que la automedicación es una práctica peligrosa, el 67% de estos la aconsejaban sin justificativo alguno, esto se relaciona con lo hallado en el estudio de Sánchez-Bermúdez en México, donde el 50% tomaban medicamentos sin ser recetados en respuesta a síntomas leves y el 40% recibieron consejos de personas no calificadas ante la presencia de síntomas similares en episodios pasados[6].
La automedicación es una práctica antigua que aún no se la logra erradicar aportando con el aumento de microrganismos resistentes a varios medicamentos, en el estudio como un dato adicional se observó que este fenómeno de automedicarse se asociaba al lugar en donde se obtiene la medicina y al fácil acceso de la misma, denotándose que el 92% de los participantes accedieron a estos fármacos en la farmacia, sin ningún tipo de restricción y de estos el 70% recibió información al respecto, contradiciéndose con lo encontrado por Aráoz donde el 80% de la población que se automedicó tenía conocimiento propio del fármaco que utilizó [16], en el estudio de Aráoz participaron internos de la facultad de Medicina.
Con respecto a las reacciones adversas la investigación arrojó que el 77% tenía conocimiento de las reacciones adversas del medicamento que ingerían y pese a esto lo consumían, evidenciándose que un 12% presentó reacciones adversas, corroborando lo encontrado por Aráoz en Argentina donde del total de participantes que se auto medicaron, 20.28% presentaron efectos adversos[16].
Los niveles de automedicación en los estudiantes de la carrera de Odontología de la Unidad Académica de Salud y Bienestar de la Universidad Católica de Cuenca son muy elevados, los medicamentos usados requieren por lo general prescripción médica, los factores desencadenantes podrían ser: el pensamiento de los estudiantes con respecto a visitar al médico cuando se presenta una patología, pues consideran que no siempre es necesario, los medicamentos de mayor consumo son los analgésicos y antihistamínicos.
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Recibido: 14 de marzo de 2018
Aceptado: 30 de julio de 2018